El MuVIM inaugura este viernes 29 Agua, barro y silencios, una exposición muy interesante sobre La Riada de València del año 1957, dividida en tres fases temporales: la riada y la crisis humanitaria inmediatamente posterior; las gestiones para restablecer la normalidad; y el regreso a una cotidianidad precaria.

La crecida del Turia del 14 de octubre tuvo dos ondas. La primera, de madrugada, produjo la mayoría de las víctimas. La del mediodía aportó mayor caudal, unos 3.700 m3/s, y causó muchos más daños materiales.

Esta expo ha sido posible gracias a la reconstrucción hidrológica e hidráulica llevada a cabo por la Universitat de València y la Universitat Politècnica de València.