Duke Ellington decía que el jazz es como el hombre con el que no quieres que salga tu hija, pero nosotros no somos del tipo de padres que se asusta fácilmente. Somos de los que queremos ponerles a Miles Davis, a Charlie Parker o a John Coltrane aunque eso signifique que no duerman, que quieran largarse a Nueva Orleans o que se busquen a su propio Davis para luego cantarnos “Mama, he treats your daughter mean”, como lo hizo Ruth Brown.
Por eso nos apetece mucho el concierto de Jazzeando con bebés, que ofrecen los experimentados músicos de Sedajazz, colectivo que tiene más de 15 años educando y haciendo disfrutar a públicos de todas las edades, pero siempre con una especial predilección por los más pequeños, ya que a través de la música los niños pueden mejorar su coordinación, desarrollar la voz y la percepción auditiva y el pensamiento musical –reconocer la duración, la intensidad, la altura y el timbre del sonido.
Josep Hernández Reillo con su batería, el pandero, maracas, cencerros, shakers, campanas y otros instrumentos hechos con materiales reciclados; Francisco Blanco “Latino” con las flautas, el saxo, el clarinete, el bajo y el sintetizador y Teresa Núñez en la voz, la guitarra, el bajo eléctrico y los efectos sonoros, son los músicos que ofrecerán el concierto dirigido especialmente a los menores de tres años, ya que es en esta etapa cuando se activan más de 125 millones de neuronas y cada estímulo refuerza las conexiones que se hacen entre ellas.
Vamos sacando los discos de Louis Armstrong, cantemos con ellos los temas de Lady Day, entonemos “Lullaby of Birdland” antes de dormir, y contémosles a los niños que la vida es un poco como el jazz, es mejor cuando se improvisa.