El tercer lunes de Enero es el día más triste del año (más conocido como “Blue Monday”) según la Universidad de Cardiff. Y como tributo a este día (que por supuesto salió lluvioso y frío), os hablo de Tulsa. Un grupo que lleva la tristura por bandera, y la sensibilidad extrema como medio conductor. Este sábado tendremos el privilegio de conocer en primicia desde la sala Wah Wah su nuevo trabajo La Calma Chicha, que a su particular universo lírico se le añaden ahora texturas electrónicas, cajas de ritmos y sintetizadores que componen un sonido contemporáneo y onírico.
Quebranto, desdicha, ansia, desengaño, asfixia, desazón y anhelo son las 7 notas que suenan en la guitarra de Miren Iza (alma máter del grupo) y que van envueltas en trazas de sonidos country, pop y rock americano cantadas en castellano. No me malinterpretéis, al contrario de lo que pueda parecer dejan una exquisita sensación agridulce digna de las mejores películas de culto. Dramas personales narrados en un lenguaje crudo y sincero. Una voz rasgada y expirante que alude a las melancólicas divas de los años 40 bajo el foco de un club taciturno. Vaya, que como ellos mismos se definen, son capital nacional del desamor y hablan de música para yonquis del hundimiento. A veces no hay mejor droga que saberse comprendido, y ellos baten como nadie los ingredientes para sacar el mejor de los bálsamos. Éste, su tercer álbum, supone un giro creativo en su carrera y se ha publicado esta semana, justo el lunes más triste del año. Casualidad o no, pero parece que la pena es el sino de esta banda y definitivamente lo que les ha convertido en una de las más cautivadoras del panorama nacional.
Contarán con los valencianos Atlàntic como teloneros, que publicaron su primer EP, de nombre homónimo, la pasada primavera. Y esta semana tendrán la ocasión de presentarlo en directo con un concierto acústico de la banda al completo. Atlàntic utiliza el salvoconducto del pop y la fuerza de las melodías para proyectar sus inquietudes. No hay trampas, son canciones transparentes aderezadas con poderosas guitarras, estribillos directos y trabajadas armonías vocales. Seguro que nos sorprenden gratamente este sábado.
Y como despedida, me quedo con la frase que Tulsa publicó en su Facebook para promocionar uno de sus últimos bolos con el fotograma de un Bill Murray malherido en “Broken Flowers”: “Cualquiera con heridas es bienvenido. Los ilesos pagan más”.