El Burning Man es un festival que se realiza entre la última semana de agosto y la primera de septiembre en el desierto de Nevada, EEUU. Un festival de arte, música, performance… que congrega a más 50.000 personas al año. El nombre viene del acto principal que tiene lugar en el evento: quemar una figura de madera -que puede llegar hasta los 12 metros de altura-, para festejar el solsticio de verano. Una de sus diferencias con otros festivales independientes es la forma de gestionar el festival, ya que se centra en una única premisa: autosuficiencia y autoexpresión, queda prohibido el dinero y todo tipo de intercambio monetario, se trata de compartir y recrear el Burning Man cada año en “Black Rock“, ciudad construida en medio del desierto durante los 7 días que dura el festival.
Fuegos artificiales, arte, música… ¿No os recuerda a algo? Si bien es cierto que la procedencia del festival tiene distintas raíces y distinta finalidad, son muchas las similitudes con nuestra fiesta de las Fallas. Justo son estas coincidencias, las que han promovido la unión entre ambos eventos culturales y este año, por primera vez, se plantará una Falla dentro del programa cultural del Burning Man de 2016. Las Fallas cruzan el charco a lo grande y con motivo de la temática del festival (el Renacimiento), el proyecto girará en torno a los Borgia y La Lonja, y mostrará el lado satírico de las fallas pero desde el punto de vista experimental y no tan tradicional de los artistas David Moreno y Miguel Arraiz artífices de la falla Nou Campanar.
Unión de culturas entre el nuevo y el viejo continente, a pesar de la distancia… no somos tan distintos.