Cathy Claret es un tesoro secreto del indie, la reina paya de los gitanos, un talento que ha resistido los embates de una industria que castiga a los que son demasiado libres para ser domesticados.
Empezó su carrera a finales de los años ochenta y ahora, tras siete años de silencio, llega a Valencia con su último trabajo.
“Solita por el Mundo” es tu álbum más reciente, uno que llega siete años después de “Gypsy Flower”, tu trabajo anterior ¿Qué hiciste durante este tiempo? ¿A qué se debió tu silencio?
Pues durante este tiempo ¡He sobrevivido! Vivo en varios sitios a la vez. Entre Barcelona, Madrid, Sevilla y el sur de Francia, me muevo bastante.
Le he dado muchas vueltas a mis canciones, he experimentado, he pensado y he tocado música, ya que soy músico con o sin disco. Monté un grupo e hicimos algunos conciertos. Hice muchos experimentos musicales.
Además no tengo la suerte de tener apoyo discográfico así que las cosas van más lentas, pero poco a poco he conseguido grabar y acabar este nuevo disco compartiendo la tarea de productora con el gran Marcos Bayón. Todo lo he hecho de manera independiente y al final lo licencié con Warner para la distribución, pero está hecho de manera independiente totalmente.
También he hecho algunos proyectos paralelos en inglés y con electrónica, pero no sé todavía si verá la luz o no.
¿Es el título del disco un reflejo de cómo te ves a ti misma?
El título del disco habla de mi vida entera, de mi infancia, ya que he tenido una vida bastante dura. Todo lo hice sola, soy autodidacta. En mi infancia me sentí muy sola, he tenido que luchar sola. Así es como me siento muchas veces. Sin padres, sin novios ni maridos ricos, sin familia influyente detrás y muchas veces me siento solita por el mundo, pero no es nada negativo, solo es un hecho y lo transformo en algo poético o por lo menos lo intento. También por esto me siento cercana a la gente que no tiene nada, a los que se sienten solos, marginados, invisibles, olvidados, excluidos y esta canción va dedicada a todo aquel que se haya sentido así por cualquier motivo.
Has trabajado con los Amador y es bien conocida tu estrecha relación con el mundo gitano ¿Cómo nació ese acercamiento?
Pues esto es más que un acercamiento, es toda mi vida entera. Es el sitio donde soy una más.
De pequeña ya tenía algunas amigas gitanas, ya que al tener una vida un poco excluida, los únicos que nos hablaban en las escuelas en Francia era la gente excluida y muchos eran gitanos del sur de Francia, ya que en esa zona hay muchos gitanos. Luego trabajé en las vendimias en el sur de Francia durante muchos años y me hice amiga íntima de una familia gitana andaluza y flamenca, pero afincada en Barcelona. Y luego cuando vine a Sevilla y Barcelona todas mis amigas y mi mundo eran gitanos y me fui a vivir con ellos. Te puedo decir que además cuando llegas a un sitio sola la gente más acogedora suele ser la gente que vive aparte. A mí los gitanos me abrieron sus puertas, ahora y desde que soy adolescente. Tengo una familia inmensa por todo el mundo, ya que los gitanos no tienen fronteras. Fueron los primeros europeos y las mismas familias pueden estar en el sur de Francia, en Andalucía o en Barcelona y para una boda todos nos transportamos desde Francia a Sevilla en un plis plas. Además mi compañero es manouche y mi hija gitana.
Esto me da mucha felicidad y apoyo y es mi mundo. Un mundo muy lleno de vida y sentimiento, alegrías, penas, bodas, pedimientos, cumpleaños, niños que nacen. Estoy en lo bueno y en lo malo, en todo. Hay mucha actividad siempre y mucha música, mucho arte y mucha poesía y no sabes lo que me gusta que las gitanas viejas me llamen “maestra” por mis letras y mi manera de ser. Me honra mucho. La gente tendría que conocer más la cultura gitana porque no saben nada de nada y piensan cosas que no son.
También he trabajado con muchos artistas gitanos y los mejores: Pata Negra, Sorderita, Rafael Amador, Juanito Heredia, Genara Cortés, Aurora Losada, Amador Rojas (creo que el flamenco más moderno que hay hoy en día, es el Prince gitano) Danilo, Lin Cortés, Sebastián Fernández etc… y en mis grupos siempre hay algún músico gitano, pero mi música no es flamenco, es pop y lo recalco para que nadie se equivoque.
Y me gustaría aprovechar para decir que estamos en una época en que los flamencos realmente buenos no salen de sus casas, hay mucha tomadura de pelo en el flamenco de hoy en día y no hablo de modernidad que me gusta todo lo vanguardista pero ahora lo que manda es el dinero que tenga uno para darse a conocer y no la verdadera calidad.
En Japón tienes muchos seguidores ¿A qué crees que se debe el gran éxito que tienes en ese país?
En Japón lo que les gusta es mi voz sobre todo. De hecho formo parte de una corriente que se llama el shibuya sound y son voces muy susurradas y con mucho aire en la voz, de las cuales he sido la inspiración. También me han explicado que en Japón adoran estas voces en contrapunto con las voces “gordas” americanas. Son como más delicados.
Y por último me dicen que tengo cara de manga (risas)
Cuando empezaste tu carrera no existía internet ¿cómo has vivido estos cambios tecnológicos en la industria musical?
Yo me adapto a todo, como buena gitana que soy ¡Jajajaja!
Me siento muy camaleónica y hay que adaptarse a lo que venga, además a mí me encantan las redes sociales y hablar directamente con los seguidores a través de las redes sociales. También he conocido un poco más a aquellos que escuchan mi música en el mundo y he visto que tengo muchos seguidores gays (cosa que desconocía antes de Internet).
A mí me ha traído muchas cosas buenas poder comunicar con gente que sigue mi música, ya que he trabajado en países diferentes y el público que tengo es minoritario pero repartido por todo el mundo y a través de internet llego a ellos.
En los últimos tiempos se ha dado a conocer un movimiento que busca visibilizar el trabajo de las mujeres en la música, ha surgido la Asociación de Mujeres en la Industria de la Música, se ha criticado mucho la baja participación de las mujeres en los festivales, entre otras manifestaciones ¿qué piensas de esto?
Yo estoy indignada. Todos mis compañeros artistas, aquellos con los que empecé han sido reconocidos. Han ganado premios, han sido apoyados. Los programan y viven bien y yo he hecho toda mi carrera prácticamente sola y sobreviviendo y creo que esto en buena parte se debe a la misoginia que hay en el mundo de la música. En las revistas musicales, en las programaciones siempre dicen de los chicos que son “genios” y las chicas “musas”. Odio esto. Yo he tenido varios “musos” entonces.
Y aunque escribas, compongas y produzcas o coproduzcas tus discos nunca te valoran como pueden valorar a un chico. Yo antes esto no me lo quería creer, pero es que ahora lo veo, me han pasado tantas cosas. A veces canto mis canciones y se creen que hago versiones. Me ha pasado muchas veces porque no se creen del todo que una chica pueda escribir, componer y tener su propio sonido sola. Afortunadamente hay gente que no es así e incluso hay revistas que se han atrevido a ponerme en portada. Y luego la gente se piensa que el mundo gitano es machista, pero esto pasa en el mundo payo y en toda la sociedad. Hay demasiado desnivel entre mujeres y hombres.
Y no sabía que había una asociación de Mujeres de la Industria de la Música, pues entonces ¿No soy una mujer? ¿Cómo es que nadie me dijo nada? jajajaja