“Day Breaks” de Norah Jones

Este mes la cosa estaba difícil, Van Morrison y Norah Jones se han disputado el disco Le Cool de octubre hasta el último momento, pero finalmente Day Breaks se ha llevado el honor. Desde que escuché su voz por primera vez, allá por el 2002, Norah me congeló la sangre. Sus discos siempre han supuesto una bocanada de aire fresco en mi mundo de distorsión, samplers, guitarrazos y scratches. Cuando necesitaba tranquilizarme, serenarme y no perder la cordura acudía a su música, Feels Like Home ha hecho por mi salud mental más que un buen psicoanalista. Siempre dando los pasos correctos, siempre rodeada de músicos increíbles, su naturalidad siempre me ha desarmado. Un sueño fue verla unir fuerzas a Ryan Adams, casi en el anonimato como quien está en esto por placer, quien se acerca al local de un amigo a verle y acaba en medio del huracán, Norah es así…

Norah Jones Day Breaks.lecoolvalencia

El fichaje de Norah por el sello Blue Note Records nos hizo felices a todos, a ella y a nosotros. En el sello más emblemático y mágico del mundo Norah iba a brillar más todavía. En este álbum que es puro fuego, “Flipside” es la canción más cojonuda y cool que se ha publicado este año, un rollercoaster de jazz, blues, rock, soul… indescriptible.

Pero es que Norah entrega el disco más redondo de su brillante carrera así, como quien no quiere la cosa, casi a hurtadillas. Si este disco pasa sin pena ni gloria mientras la bobalicona de Adele se infla a vender discos, es que la humanidad carece de justicia. ¿Demasiado jazz para el gran público, demasiado pop para los amantes del jazz? espero que ambos mundos escuchen con el corazón y no con las orejas.

“Burn” es mágica, “Tragedy” arrebatadora etc… Ahora que viene el frío, nada mejor que sumergirse en Day Breaks, solo o con tu pareja, en silencio, con un buen whiskey en la mano… Me gusta cómo te arrastra a la ensoñación “It’s a wonderful time for love”, me llega al alma, la simplicidad musical y la complejidad emocional de “And then there was you”, solo los replicantes de Blade Runner se quedan igual al escucharla. Me siento como Gil Pender en “Midnight in Paris” viviendo en otra época escuchando esta maravilla.

“Don’t Be Denied” abandona el jazz para acercarse a la música de raíces pero da igual, tu cerebro sigue enganchado a esta colección de canciones eternas desde hoy…

“Day Breaks”, el tema que da título al disco suena, como si Pink Floyd estuvieran tocando bajo la batuta de Gil Evans en 1959. Sobre un mantra musical la voz de Norah flota como humo de un cigarro sobre la brisa del amanecer. Épica.

Vuelve al piano, vuelve a su hábitat natural para “Peace”, un arrastrado lamento y desgarrado blues que la lleva a mirar de cerca a las grandes del género como Ella Fitzgerald o Nina Simone. Se puede ser feliz y luego están canciones como “Once i had a laugh”, se puede hacer el amor con la música y luego está “Sleeping Wild” y se pueden mostrar tus cicatrices emocionales y luego está “Carry On”. Tenía claro que este disco iba a acompañarme durante muchos momentos en lo que queda de año, en lo que queda de vida… y entonces la Sra. Jones decide cerrar el disco con “Fleurette Africaine” dejándome sin palabras, tembloroso y exhausto, incapaz de asimilar que estas 12 canciones no lleguen a todos los oídos del mundo, que injusto y que dichoso me siento de poder disfrutar temas así, de poder haber vivido en primera mano la carrera de Norah. ¿Quieres saber lo que es el dolor? ponte a escuchar “Fleurette Africaine” y cerrando los ojos déjate llevar… La redención está más cerca de lo que parece.

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