Aquí sigue la segunda parte de French Connection. En este enlace tienes la primera parte.
En otro escalón está Lomepal con un rap más reflexivo, menos fiestero, pero que desde su oscuridad también me ha conquistado.
Sus letras son de las más brillantes del mercado y su música es actual pero con una calidez inaudita. “Yeux Disent” es un temazo y su nuevo disco otra joya a descubrir.
Otro brillante debutante es Eddy de Pretto, otro millenial que está conquistando Francia a golpe de buenas canciones con una brillante fusión de la chanson francesa y la música electrónica actual, y es que es imposible resistirse a cortes como “Normal” o “Kid”.
Es difícil no rendirse al carisma de este pequeño genio con una voz profunda y adictiva. Las letras son de una normalidad y a la vez profundidad que fascinarían hasta a Truffaut. Una especie de Jeff Buckley de la urban music…
“Fête De Trop” es ya el himno de toda una generación de adolescentes franceses. ¡Qué lejos andan nuestros jóvenes!
Quienes sí han calado algo en el mundo indie alternativo nacional son Ibeyi y la verdad es que ya prometían cuando las vi en 2015 en una semivacía sala Apolo de Barcelona. Ahora se codean con Orelsan con quien colaboran en su último corte. Su fusión de música africana y electrónica actual las hace un rara avis en el panorama de la música negra.
Otra que poco a poco va asomando su cabeza por nuestro país es Jain y que partiendo de unas premisas parecidas a las hermanas de Ibeyi, lo lleva más al terreno del pop. Su estreno es un fresco compendio de cortes pop para todos los públicos.
Talisco, que reseñó su disco para Mondo Sonoro por cabezonería propia, es otro artista que combina la música urbana actual con el pop y el rock más clásico, logrando una conjunción fantástica. Duele ver como cortes como “Your Wish” o “Follow Me” no triunfan y sí lo hacen bandas inglesas con canciones con menos pegada.
Otro artista francés, este afincado en Valencia, que bebe como el anterior del cine para dotar a su música de vida es Darlyn Vlys, un discípulo del Vangelis más oscuro.
DBFC también tienen ese toque cinematográfico aunque su música sea un cruce entre los Primal Scream más bailongos y los Happy Mondays menos drogados, pero con esa elegancia francesa. Rock electrónico que brilla con luz propia. Escucha “Jenks” e intenta no bailar, en directo son toda una fiesta.
Otra de mis debilidades es François and The Atlas Mountains y es que su pop sensible y orquestado es pura droga.
Otros que me tienen el corazón robado son Feu! Chatterton y es que desde que los vi en París hace casi cinco años su pasión por ellos ha ido en aumento, su último trabajo está entre lo mejor del año. Su pinta de artistas del siglo pasado, sus letras balzaquianas y una música que oscila entre el rock psicodélico más enrevesado y el pop de cámara los hacen únicos. Pocas bandas como ellos existen.
Otro asunto en el que toda Europa anda coja es en el tema igualdad; no hay país en todo el continente con tantas artistas femeninas de calidad. ¿Ejemplos? El dúo Brigitte cuya sonoridad parece anclada en la época en que Fleetwood Mac dominaban las listas de éxitos.
Izia y su rock arenoso y musculoso, Zaz y su jazz mestizado y bastardo o el pop variopinto de mujeres de raza como Irma o Coeur De Pirate. Sin olvidarnos de la sutileza Emilie Simon y sus bellas interpretaciones con o sin orquesta detrás, el neo folk de Juliette Armanet, el electro pop de Hollysiz o el rock radiofónico de Christine and The Queens.
En cuanto a rock indie nos encontramos con bandas como los gamberros Johnny Mafia, o los opresivos neo postpunks Fustration. Sería injusto no nombrar a otras bandas o artistas que llevan la originalidad como bandera. Her son los más extraños de todos pero igual de interesantes. The Blaze se han colado en el cartel del Mad Cool con su propuesta a medio camino entre la electrónica y el rock. After Marianne son otra banda a tener en cuenta y que va también expandiendo sus tentáculos fuera del país vecino.
Para finalizar mencionar a La Femme, un conjunto con un cruce de músicas interesantes y dispares como el rock de The Shadows o las bandas sonoras de Ennio Morricone. Su rock adhesivo a dos voces es una joya sin igual y “Où Va Le Monde” es todo un clásico instantáneo. Y lo mejor de todo es que estos nombres son solo la punta del iceberg…