Superado el jet lag del Low Festival 2017, nos atrevemos a redactar nuestra crónica.
Llegamos al Low el viernes a las 20:00h y se estaba muy a gusto sin tanta gente. Cola, calor y pulserita. En el escenario Matusalén tocaban Corizonas, concierto correcto aunque sin despuntar, para nosotros, puro trámite para ver a los Pixies.
Continuamos nuestra jornada con Dorian, que venían sin disco nuevo aunque sus miles de seguidores estaban encantados de seguir coreando sus grandes éxitos como A cualquier otra parte o La tormenta de arena. Y después de una cena rápida decidimos ver qué tal defendía L.A. su nuevo disco King of Beasts. Aunque su sonido fuera bueno no nos llegó, un directo demasiado lento y puede que un tanto aburrido en ocasiones.
Por fin llegó el momento, íbamos a ver a los Pixies! Black Francis salió al escenario con traje chaqueta; un contraluz solo dejaba ver su silueta dibujada. Kim Deal fue sustituida por otra bajista, también llamada Kim, de apellido Shattuck, que cantó sus temas y tuvo bastante protagonismo. Complacieron al público con todos sus grandes éxitos: Debaser, Where is my mind?, Here comes your man… que mezclaban con otros temas menos conocidos. Aunque fue un buen concierto, hubo algo de decepción al no cumplir nuestras expectativas como fans desde el instituto.
Llegó el sábado, un día de horarios muy ajustados porque no queríamos perdernos nada. Demasiado calor para las melodías melancólicas de The New Raemon + McEnroe, pero aun así vimos 5 temas resguardados a la sombra. Con Nada Surf, aún en plena forma, ya sin sol, todo cambió. El concierto nos gustó mucho y nos hizo pensar que si sabes hacerlo, sobre todo si tienes a Daniel Lorca haciendo magia con el bajo, no necesitas a más de tres personas para hacer un buen concierto. Y sí, bailamos Popular y nos volvimos locas.
Fuimos al escenario Wiko a ver a Soledad Vélez, por apoyar a los grupos valencianos y pequeños. Concierto con banda, donde Soledad gana mucho, fue subiendo de intensidad hasta casi llegar al trance. Y corriendo al escenario Jägermusic a ver a nuestra apuesta, Huias. Cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos y su sonido quedaba totalmente apagado por el concierto de Sidonie. Visiblemente molestos, con razón, interpretaron con dignidad sus temas de fondo electrónico y espíritu pop, aunque sólo se podían escuchar en las primeras filas.
¿Qué decir de Franz Ferdinand? Siempre una apuesta segura. Un estadio abarrotado coreando casi todas sus canciones te hacía sentir que formabas parte de su espectáculo. Un directo en el que no faltaron temas como Take me out, Do you want to? o Know you girls, junto a nuevas canciones.
Les llegó el turno a Los Punsetes, siempre es un gusto verlos en el escenario aunque Ariadna, su cantante, permanezca estoica todo el concierto. Y con el cuerpo acelerado fuimos a ver a The Hives. Un escenario blanco y negro, el grupo uniformado con trajes chaqueta bicolor y soltando una energía que revolucionó al público. Los suecos empezaron por Come on! sin bajar la intensidad, sólo cuando su cantante se dirigía al público en un intento de hablar español. Fantástico concierto donde acabaron completamente empapados en sudor.
Exhaustos fuimos a ver a Delorean que no defraudaron y nos hicieron bailar y bailar. Y ya de retirada y cansados, pasamos a ver a FM Belfast. Desde que entramos al estadio no pudimos parar de bailar. Los islandeses mezclaron sus temas con otros popularmente conocidos como Informer o alguno de Technotronic y con una puesta en escena espectacular, con telas volando al viento, fue el mejor final para nuestra estancia en el Low Festival.
El año que viene….repetimos!!
// Fotos: Javier Rosa, Low festival.