Son el Abc del dance punk, del new wave o del postpunk funk… Lo que queráis pero este grupo y su disco “77” ha formado a infinidad de grupos. Talking Heads fue una banda formada por el iconoclasta y genial David Byrne en el año 1974 junto a Chris Frantz y Tina Weymouth. Un par de años después se integraría al combo el guitarrista y teclista Jerry Harrison, que anteriormente había grabado junto a The Modern Lovers.
Después de ocho importantes álbumes de estudio, varias giras, vídeos musicales y premios, en el año 1991 el grupo anunció oficialmente su separación. Empezó la leyenda. Esta banda recibe la influencia más directa de manera cultural y no musical del Pop Art y del minimalismo. En el grupo esto se plasma en sus letras impregnadas de experiencia alienada y claves musicales experimentales y mínimas, creando un estilo propio.
Se mudaron a Nueva York y fueron teloneros de The Ramones en el legendario club CBGB. El grupo lanzó su primer disco sencillo, “Love – Building On Fire” en febrero de ese mismo año.
Su primer álbum, el que hoy analizaremos “Talking Heads: 77″ fue lanzado a continuación y no contenía el primer single.
El disco se inicia con la bailarina “Uh-Oh, Love Comes To Town” la base rítmica es brillante y nerviosa y los toques calipso que tanto se llevan ahora, preguntad a Vampire Weekend o a Foster the People, ya andaban por aquí.
Que decir de “New Feeling”, amo esta canción, no me cansaré nunca de oírla. Hay gente que odia la manera de cantar de David, pero a mí su aire improvisado y sus fraseos naífs me vuelven loco. Cristalinas guitarras, y Chris y Tina poniendo toda la carne en el asador. La voz de Byrne tira del carro y manda al grupo acelerar o pararse cuando su melodía dicta. La letra es brillante.
En “Tentative Decisions” mezclan el minimal house prehistórico con una épica impostada que se asemeja a si Wagner tuviera un grupo de Reggae con músicos punks. El dramatismo de la tonada y la desgarrada voz de Byrne la hacen otra joya más de este gran disco.
La belleza de “Happy Day” es conmovedora. La banda está contenida, encorsetada y aun así funciona, sobre todo cuando Byrne se suelta y no controla su histrionismo.
¿Disco? Sí, en la brillante “Who Is It” hace un gran éxito llenapistas de menos de 2 minutos… ¿Para qué más?
Casi normales suenan en “No Compassion” con unos fraseos de guitarras brillantes. El ritmo de la canción entre fúnebre y medio bossa le da un aire cáustico inimitable. Lección magistral de Byrne.
Con “The Book I Read” dan en el clavo. Redondean una pieza de orfebrería pop, por momentos suenan como si The Smiths hubieran cogido un Delorean y viajado en el tiempo. Pero por suerte eso no pasó.
World music y pop de altura en la encantadora y engatusadora “Don’t Worry About The Government” otro tema de 10 y aún faltan un par de esos en el disco. Soy incapaz de escucharla y no canturrearla el resto del día. Vive en mi cabeza.
“First Week/Last Week” tiene una melodía que te deja a los pies de Byrne. Canta genial una tonada adictiva. Por debajo una música fibrada, como si las típicas galletas de té de caja azul danesas llevaran marihuana. El saxo ya es la guinda a un tema genial.
Y hablando de genial ¿Qué decir de un tema como “Psyco Killer”? Si me dieran 10 temas únicamente para escuchar el resto de los días que me quedan este estaría entre los escogidos. Un riff repetitivo y elástico de guitarra que dota de músculo a un tema con un groove mortal. La melodía es sencillamente de las que se agarran a tu alma. El bajo le da cuerpo, es la levadura. Juro que me sorprendo muchas veces canturreándola y no sé de donde salió… Cuando cambia el ritmo Byrne toma las riendas de este caballo desbocado. Un hito en la historia del rock.
Tras esto cualquier canción quedaría en cancioncita pero no sucede con “Pulled Up” y eso que el solo final de “Psyco Killer” es acojonante. El último tema del disco es sencillamente otro momentazo, pocos grupos han grabado melodías así de grandes…
Un disco que no debe faltar en tu colección. ¡No seas hereje! Una anécdota hubo un grupo llamado On a Friday que por indicación de la discográfica se cambiaron el nombre cogiendo un nombre de una canción de Talking Heads… La canción se llamaba “Radio Head”.