“Que una superheroína pueda tener, por fin, su película resulta una oportunidad para hacer justicia histórica”. Esta frase no es mía sino de Elisa McCausland, la autora del libro Wonder Woman. El feminismo como superpoder.
No puedo estar más de acuerdo con McCausland. Después de años y años de superproducciones hollywoodienses en el que los únicos protagonistas eran los hombres, el pasado viernes 23 de junio se estrenó en nuestras pantallas Wonder Woman, la primera de una importante lista de películas sobre superheroínas (en breve se estrenará una superproducción con Batgirl como protagonista) que llegan para decirnos que las chicas también pueden.
Y tanto que pueden. Wonder Woman representa la belleza, la fuerza y la vulnerabilidad. En esta última versión cinematográfica del personaje de cómic creado en 1941 por Moulton Marston, se rompen las barreras de género y Wonder Woman se convierte en un personaje universal. Y esto se debe en parte a Gael Gadot, la actriz de origen israelí que se pone el traje de Mujer Maravilla y la representa fuerte, guapa y lista pero a la vez insegura y vulnerable.
La película, dirigida por Patty Jenkins (directora de la oscarizada Monster) empieza con Diana Prince en el mundo de los hombres. Trabaja en el Museo del Louvre y acaba de recibir un paquete de un viejo amigo que contiene una antigua foto en la que se ve a ella y cuatro hombres en la I Guerra Mundial. A partir de ahí empieza un gran flashback que nos cuenta la historia de esta heroína.
Comienza con sus orígenes, en la paradisíaca isla de Themyscira, donde es criada por su madre, la reina Hipolita (Connie Nielsen) y las amazonas, y entrenada por su tía Antiope (Robin Wright). Un día irrumpe de repente en la isla el aviador Steve Trevor (Chris Pine), que es rescatado por Diana de morir ahogado. Testigo de los peores horrores, Trevor le cuenta a Diana el caos y la destrucción que está produciendo la guerra. Ambos deciden escapar de la isla y volver a la batalla comenzando así un viaje lleno de aventuras que les llevará a enfrentarse con el mismísimo Ares, Dios de la Guerra.
Wonder Woman es una película clásica en su forma y en su estructura, en ocasiones recuerda al Superman de Richard Donner y a Indiana Jones y el templo maldito de Steven Spielberg. Tiene acción, guerra, romance y comedia. Una película épica con una mujer como verdadera y única protagonista. Un icono del feminismo. Con ella comienza la era de las superheroínas.