En un chaflán tranquilo del barrio de Patraix abrió hace algunos meses El Observatorio, un restaurante sencillo en el que sirven deliciosas especialidades de inspiración peruana. Es el proyecto personal de Sergio, diseñador industrial (él mismo se hizo cargo de la decoración del lugar), e hijo de hostelero (su padre regenta El Astrónomo, a unos cuantos metros de El Observatorio).
El local se ubica en la esquina de las calles Jerónimo Muñoz y Carcaixent, donde antes se encontraba la droguería Muñoz. Los antiguos rótulos de la droguería, que siguen colgados de la fachada, te servirán para identificarlo porque no hay ningún otro cartel o letrero.
Si el día acompaña en El Observatorio las ventanas están abiertas, la luz natural inunda el espacio, y se escucha desde dentro el rumor de la calle, nada molesto. En la sala suena de fondo una música suave (cubana el día que lo visitamos) y te reciben con una amplísima sonrisa. El ambiente informal decorado con gusto y el trato, que es fantástico, te dan una tranquilidad que te hace disfrutar aún más de la comida.
Aunque sólo por lo dicho ya vale la pena el paseo, en El Observatorio se come muy bien, y a buen precio. Nuestra elección fue la siguiente:
Ensaladilla de anguila ahumada con mayonesa de allipebre dentro de un cucurucho crujiente.
Causa Limeña a base de patata y ají, rellena de atún picante, aguacate y una mayonesa japonesa.
Empanadillas nikkey, unas giozas de pollo y verduras con salsa hoisin de cereza y rocoto y katsobushi (bonito ahumado).
Ceviche de puerto peruano, de corvina, pulpo, gambón y vieira, con su maíz choclo, su calabaza y su leche de tigre.
Brochetas de pollo crujientes con salsa barbacoa de maracuyá acompañadas de patatas fritas.
Postre de queso, con helado de idiazábal, gel de membrillo, nueces caramelizadas y tierra de galleta maría. Delicioso, el broche perfecto para una gran comida!
Salimos a algo más de 25€ por persona, aunque lo cierto es que si hubiésemos pedido menos nuestra cintura nos lo habría agradecido… Nos dejamos por probar los tacos, la lasaña picante, el lomo de orza, las sardinas ahumadas y el Pisco Sour, que pediremos sin falta la próxima vez que visitemos El Observatorio. Ah! y los fines de semana sirven un brunch espectacular!