Si eres de los que frecuenta el barrio de Ruzafa estarás habituado a ver locales supermodernos, con muebles vintage o de diseño y con una estética aparentemente descuidada que en realidad está estudiada hasta el último detalle. Tanto es así que a veces pasamos por alto (y me incluyo) locales muy buenos que quizá de primeras no llaman la atención, pero que, una vez probados, entran a formar parte de nuestros básicos. Estoy hablando de un pequeño bar, en el cruce de la calle Sevilla con la calle Denia, con aspecto de los de “toda la vida”: La Tavernaire, donde podemos degustar deliciosas tapas vegetarianas regadas con la mejor cerveza del barrio y vinos de la terreta.
La Tavernaire es un local sin pretensiones que nació en 2007 fruto del deseo de Silvia, vecina de Ruzafa de toda la vida, de crear un espacio donde la gente se sintiera como en casa y pudiera consumir platos locales, ecológicos y vegetarianos a precios razonables. Sus tapas y platos, elaborados a diario tanto por ella como por su chef Óscar con productos del mercado de Ruzafa, no dejan indiferentes a nadie. Y que no se me asusten los no vegetarianos, pues hemos llevado ya a unos cuantos amigos (muy) carnívoros y nos han salido encantados con las braves “casolanes”, las cocas caseras, las cocas de dacsa y los milhojas de berenjena, entre otras delicias.
Además, los viernes (día en el que a nadie le apetece cocinar pero sí comer rico) preparan su plato de la casa, y los domingos a mediodía puedes disfrutar de todo tipo de arroces y paellas. ¿Más puntos a favor? Hay música -buena- en directo dos miércoles al mes y además son dog friendly, cosa que los dueños de mascotas sedientos agradecemos.
Silvia y Óscar nos cuentan que “tavernaire” significa mujer aficionada a las tabernas en valencià. Yo creo que nos han dado unas cuantas razones para hacernos tavernaires…