La británica afincada en España Alondra Bentley nos visita este jueves con motivo de la presentación de su cuarto disco, Resolutions, en el Café Mercedes Jazz. La simpática cantante y compositora responde a las preguntas que le formulamos con la alegría y la sinceridad que la caracterizan:
1. Este jueves 21 presentas tu último trabajo en Valencia, en el Café Mercedes Jazz. Es un lugar bastante íntimo, con aforo limitado, donde los asistentes se sientan cómodamente en sus mesas mientras toman algo. ¿Te sientes cómoda en este tipo de conciertos tan recogidos? ¿Piensas que tus canciones van bien con este ambiente? ¿En qué formato sientes que tu voz llega mejor al oyente, en acústico o acompañada de banda?
El jueves estrenamos Resolutions en directo, sí. Como nos hemos tenido que reinventar un poco para hacer este disco en directo se nos ocurrió hacer un primer concierto con este nuevo formato en un sitio acogedor entre amigos, queremos estrenar las canciones en un ambiente cálido. El Mercedes Jazz café suena como un sitio muy apropiado para tener esa cercanía, a mí me encantan este tipo de sitios, de hecho casi siempre prefiero ver conciertos sentada (aunque si es de Django Django prefiero de pie y bailando, claro) pero me gusta poder relajarme y concentrarme en lo que pasa en el escenario, es como más disfruto viendo a músicos tocar.
Está claro que cuanto más pequeño es el formato la voz tiene más protagonismo pero cuando consigues llevar al directo todos los elementos del disco la voz está arropada y en su mejor contexto, todo tiene su lado bueno.
2. Tus influencias son muy variadas pero ¿destacarías The Beatles entre todas ellas? Dices que Hounds of Love de Kate Bush es el disco que más has escuchado en tu vida. ¿Qué hay de la británica Kate Bush que podemos encontrar en Alondra Bentley? ¿Qué te gustaría que hubiera?
The Beatles forman parte de mi ADN. Todos sus discos son obras maestras pero además me encanta lo que va asociado a ellos. Los he escuchado tanto y desde tan pequeña que forman parte de muchos de mis recuerdos, a veces la música tiene esa capacidad, ser una especie de soporte para los recuerdos, conforme pasan los años las sensaciones que van asociadas a una canción cada vez son más, de forma que cuando la escuchas nunca es la misma canción, siempre parece la primera escucha.
Mi hermana mayor tenía una copia de Hounds of Love de Kate Bush, yo tendría unos cinco años y sentía mucha atracción por ese disco porque la cara B me aterraba, pero a la vez quería escucharlo obsesivamente, todo ese imaginario de fantasmas, brujas, de estar atrapado debajo del hielo, de lo que hablan Under Ice, Waking the Witch y Watching You Without Me me atraía al mil por cien. Además el arte del disco me parecía súper misterioso y me encantaba mirar las fotos de Kate Bush acostada en el agua o rodeada de perros, creo que es unos de los discos que más me ha influido.
3. Tu segundo disco Sings for Children, It’s Holidays está dedicado a los niños. ¿Cómo es tu experiencia cuando tocas para ellos? ¿Sientes que entienden tu música de otra manera que los adultos? ¿Merece la pena el esfuerzo?
Cuando tocamos para niños hacemos exactamente el mismo tipo de canciones, no cambia el estilo ni la forma de tocar, lo único que es distinto de los conciertos de niños es que interactuamos mucho más con el público, hablamos mucho sobre lo que pasa en el escenario y sobre los temas de los que hablan las canciones. El disco de niños que tenemos suena igual que las de cualquier otro disco, lo único que es distinto en ellas es que hablamos sobre cosas que los niños están descubriendo como las estaciones, los animales, las celebraciones o la naturaleza, cosas que los adultos damos por sentadas pero que son fascinantes si lo piensas. Solemos contar algún cuento y hacer algunas canciones juntos, nos encanta tocar para ellos, son entusiastas y honestos, es refrescante tocar para ellos.
4. The garden room era un disco dedicado a la familia. Los recuerdos de la infancia, de tu familia, son importantes en tus canciones, hablan de tu identidad. En el disco que presentas actualmente las letras hablan de la ansiedad, la edad, el trabajo, el amor… ¿Has abandonado un poco la temática anterior, sobre tus raíces? ¿Qué enfoque has querido dar a tu último trabajo, Resolutions?
Resolutions habla de todo lo que comentas, el esfuerzo y el tiempo están muy reflejados en el disco, el reto que supone enfrentarte a escribir, grabar y publicar un disco a la vez que tienes que compaginar todo eso con ser pluriempleada. En nuestro país es muy habitual tener que compaginar tu faceta musical con otros trabajos, tenía muy claro el disco que quería hacer y lo que iba a suponer, es un disco ambicioso creativamente pero también en el aspecto logístico y económico; la canción Effort and Joy habla sobre eso, también When I Get Back Home, pero no quiero que nada de esto que digo suene negativo, al contrario, el disco está escrito desde el optimismo, las letras son básicamente un ejercicio de apreciación por todo lo bueno que tenemos por eso también habla del amor, de cómo tu pareja puede ser tu medicina y tu casa estés donde estés. Hay temas obvios en el disco pero no por ello menos interesantes, la última canción habla sobre el agua, sobre lo increíble que es y cómo damos por sentado abrir el grifo en casa y tenerla ahí caliente o fría, parece que no tenga importancia y es un elemento increíble.
5. El folk preciosista con el que estabas muy cómoda en tus dos primeros discos para adultos, Ashfield Avenue y The garden room parece que ha virado hacia sonidos más pop. ¿Qué ha motivado este cambio?
Creo que ese estado de ánimo optimista del que hablaba hace un momento se ha plasmado en el disco, es más luminoso y tiene más energía positiva. El folk es uno de mis estilos favoritos pero tengo referencias muy distintas que hasta ahora no había reflejado en mis discos, me apetecía hacerlo y en gran parte me salió de forma natural.
6. Mathew E White ha producido este último trabajo. ¿Cómo ha sido tu relación con él? Grabaste el disco en Virginia con los músicos que suelen trabajar con Mathew ¿Te has entendido bien con ellos? ¿Qué destacarías de esta colaboración con Mathew y sus músicos?
Hacer el disco con la comunidad de Spacebomb y con Matthew me ha hecho disfrutar del proceso más que nunca. Se implicaron en el proyecto como si fuera suyo. Lo que más me impactó fue lo versátil que Matthew y su banda pueden llegar a ser. Matthew me dijo que su reto era hacer el disco que yo tenía en la cabeza, que no sonara a Spacebomb sino que sonara a mí más que nunca, no a cómo he sonado antes pero a lo que estaba visualizando para este disco. Hicimos un trabajo previo a la grabación del disco diseñando cuidadosamente cómo queríamos que sonara cada canción; la comunicación con él fue muy interesante, se adaptaron a todo, no les importó salir de su zona de confort para conseguir hacer el sonido que buscábamos, por ejemplo con What Will You Dream, los músicos fueron muy intrépidos y entusiastas, fue una maravilla a nivel profesional y personal, nos abrieron las puertas de su estudio y también de su casa.
7. Cuando comenzaste esta brillante carrera en la música no terminabas de creerte lo que te estaba ocurriendo. Ahora que ya eres toda una realidad, ¿dónde te ves dentro de 3 años? ¿Cuál es tu meta? ¿Y cuál es tu sueño?
Mi meta es poder hacer los discos que tengo en la cabeza, a veces la producción que uno tiene en la cabeza es inaccesible y la realidad hace que acabes haciendo el disco que puedes y no el que quieres hacer. Me gustaría poder dedicar mi tiempo y concentración a la música y a las personas que quiero, a día de hoy tengo que pasar muchas horas al día haciendo cosas que me gustan y me dan de comer pero que están lejos de ser mi sueño o mi vocación, desgraciadamente el tiempo es limitado y tengo muchos proyectos en la cabeza que quiero llevar a cabo, ojalá pueda llevar todos a término.